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Tuesday, September 22, 2009

El que tenga una sola vida, que la cuide


(Publicado para La Última y nos vamos, Revista Dónde Ir, Agosto 2009)
Ya una vez se había caído de la ventana, desde el tercer piso de un edificio de los años 30 en la colonia Condesa. Si bien Mio había sido un gato callejero, a juzgar por su estado en el momento de encontrarlo en el estacionamiento de un corporativo de Santa Fe, nunca había sido muy audaz.
Por eso, al regresar de un viaje de tres semanas en el que lo dejé encargado con mi hermano -el cual seguramente lo sobrealimentaba-, cuando salió a caminar por la repisa de la ventana, no pudo calcular sus nuevas dimensiones y se fue al vacio. En esa ocasión tuvo la fortuna de que todavía vivíamos en un departamento interior, por lo que la ventana de la cocina, desde la que se resbaló, daba al estacionamiento. Por eso no se hizo daño y no se perdió, porque el rebote en el cofre del auto de alguno de los vecinos amortigüó su caída; y porque Agus, el omnipresente portero, vio perfectamente dónde aterrizó y al encontrarnos en la escalera mientras yo bajaba despavorida, me dijo "¡Se cayó su gato!". El susto aparte, no le pasó nada.
La anécdota real sucedió cuando dejamos de ser dos para vivir en trío. Abandonamos la colonia de moda, y mi novio, mi gato y yo nos mudamos a la Roma, a un cuarto piso de una construcción todavía más antigua y por lo tanto, de techos más altos. Yo vivía aterrada de que el que entonces era mi único hijo se acercara a las ventanas. Estaba convencida que un tropiezo desde esta altura ya no sería tan afortunado. Y como era de esperarse, porque a los gatos no hay cómo educarlos, un día pasó. Cuando no lo encontramos dentro de la casa, yo no me atreví a bajar por miedo de verlo despedazado sobre la banqueta de la calle de Puebla. Y cuál ha sido nuestra sorpresa cuando reuní el valor de alcanzar a mi novio en la planta baja, que el gato había desaparecido. Nos dividimos para buscarlo.
- "Tú hacia la derecha y sobre Flora, yo me voy hacia la izquierda y reviso Frontera".
Nos encontramos sobre Avenida Chapultepec, los dos con una mirada entre triste y desconcertada por no entender cómo Mio pudo desvanecerse de esa manera. Al día siguiente salí a pegar carteles con su foto y una leyenda de "Estoy perdido" en los alrededores, y de pronto caí en cuenta de que lo que hacía resultaba muy absurdo. El gato podría estar en cualquier parte de esta inmensa ciudad.
Los habitantes de la Roma tenemos fama de ser "gateros". Quizás una de las muchas viejitas que vivían en esas casas art decó de en frente había decidido curarlo y quedárselo. O tal vez alguien vio el momento en el que cayó, y se había enamorado de su indefensa belleza, subiéndolo a un coche para llevarlo a convalecer a una enorme casa de Lindavista. Nunca lo encontraríamos.
Lloré 3 días seguidos. Estaba convencida de que mi gato había caído en uno de esos de hoyos negros y que estaba viviendo en otra dimensión o época. Era la única explicación.
A las ocho de la mañana de un domingo sonó el teléfono. Mi novio y yo nos volteamos a ver adormilados y esperanzados; debía ser la llamada que añorábamos. Era el "poli" del edificio de al lado. Mio llevaba tres noches sin dejar dormir a los condóminos del edificio, maullando para que alguien lo regresara a su casa. Estaba bien, sólo un poco espantado y tenía roto un huesito de la pata delantera que, como dijo el veterinario que sucedería, se le soldó solo. Desde ese episodio, cada que veo un letrero que anuncia que alguien busca su mascota, se me rompe el corazón. Mio ya gastó al menos tres de sus siete vidas, quién sabe cuántas le queden, pero el que tenga una sola vida, que la cuide. Él todavía se puede dar el lujo de perder un par más al menos.

Adriana Vera O. Es mamá de un niño de año ocho meses y de un gato y es nómada por naturaleza. Habiendo vivido en casi 10 colonias distintas de la Ciudad de México, proximamente le espera la peor mudanza de todas: la primera de una casa "de verdad", con todo y juguetes y gato.

Tuesday, July 14, 2009

Remodelando

Algunas ideas que estoy aplicando en la casa... son copias no idénticas (bueno, el banquito de la cocina sí es idéntico), pero aquí les va la inspiración...








Algunas ideas que estoy aplicando en la casa... son copias no idénticas, pero aquí les va la inspiración...

Tuesday, April 07, 2009

Estos son los muebles con los que sueño

Tulip Dining Set, de Eero Saarinen

Sala Mah Jong, de Roche Bobois


Silla Egg, de Arne Jacobsen

Wednesday, January 28, 2009

Vicky Cristina Barcelona





No es un secreto que soy una gran admiradora de Mr. Allen. Y esto se debe al interesantísimo insight que tiene de las relaciones interpersonales. En las películas de Allen se le notan las horas de terapia por las que ha pasado, todo lo que ha llegado a entender sobre la pareja, la atracción y la naturaleza humana. Y Vicky Cristina Barcelona es la misma historia que le conozco desde Maridos y Esposas (Husbands & Wives, 1992) con unos pequeños twists que la hacen vigente. Sus personajes son exquisitos, y la interpretación de cada uno de ellos es inmejorable. Es increíble lo que ha explotado el físico de Scarlett Johansson y todas las personalidades que le ha sacado. Impresionante cómo revive a Penélope Cruz y obtiene la mejor de sus actuaciones. De no creerse lo sexy que resulta Javier Bardem.
La trama como siempre, fascinante. Pero lo que más me gustan son los personajes femeninos. Tres personalidades súper distintas, extremas... Scarlett Johansson es Cristina, la chica que quiere probar de todo, que no se toma nada en serio y que va por la vida literalmente de "picaflor". Vicky, interpretada por Rebecca Hall, la típica que ha hecho todo en su vida "by the book", que se siente con derecho a dar lecciones de cómo se debe actuar en la vida a su mejor amiga, Cristina; y finalmente Maria Elena (Penélope Cruz) la artista de personalidad intensísima que se aferra a su pasión (sea el arte o su hombre) hasta el final.

Cuando salimos de verla Pablo me preguntó cuál de ellas prefería ser. Cristina me parece la más inmadura, de esas que nunca dejan de ser infantiles y egoístas en la vida. Vicky es la típica mujer que me asusta cómo vive su vida, siempre tratando de agradar a sus padres, sociedad, religión, etc., cuando en realidad no están de acuerdo con nada de eso, pero que es tan miedosa y autocastrante que prefiere vivir inconforme que atreverse a dejar al hombre que les da valor socialmente. Eso nos deja con Maria Elena que, aunque sea una loca peligrosa, tiene valores y razonamientos mucho más honestos y coherentes. Eso se deja ver perfectamente cuando le dice a Cristina que quería matarla y que por eso tuvo que revisar sus cosas, que tenía que saber quién era esa mujer que se había metido en su casa.

Es muy probable que mi admiración al director de la cinta no me deje ser objetiva, y aunque esta película está lejos de ser una obra de arte como Matchpoint o Crimes & Misdeamenors, es una bella oda a la cultura española y a la sangre latina, con clichés premeditados que a muchos pueden molestar, pero que al final, es parte de la fórmula Woody Allen.

Thursday, January 15, 2009

Rudo y cursi










Que si está buena, me pregunta la gente que no la ha visto. Y yo no tengo otra respuesta más que "Está divertida". Porque eso es, Rudo y Cursi sirve para pasar un buen rato, nada más. Y es que no hay que esperar más de una película como esta. Si ha hecho mucho ruido es gracias a que sus productores, a partir de una serie de convenientes compadrazgos, consiguen a la parejita de actores más exitosos del momento. Pero la película, de no ser por eso, no hubiera pasado de ser un Atlético San Pancho.

Es decir, el guión es sencillo y funciona. Tiene una ligera crítica social y un buen ritmo. Los personajes son caricaturescos, y al principio uno no puede dejar de ver en los protagonistas a los charolastras de Y tu mamá también. Los típicos chavitos cagados que se la pasan diciendo de groserías que hacen reír mucho a la mayoría de la gente de una sala de cine. Si he de decir la verdad, al inicio las actuaciones se sienten bastante forzadas, resultado obvio de una dirección amateur. Después esto se matiza y la sencilla trama logra atrapar al espectador, sin saber mucho en qué tipo de película se va a convertir, al punto que uno no puede evitar preguntarse "¿cómo diablos va a terminar esto?".

Debo decir que lo mejor de todo me pareció el recurso para definir el final, pero no le quiero arruinar la película a nadie. Lo cercano del tema y de la idiosincracia de los personajes hacen de esta película algo conocido y entrañable para cualquier mexicano, y por otro lado, evidentemente exótico y mexican curious para un espectador extranjero. Una fórmula que, aunada a una buena promoción tiene como resultado una película de la que todo el mundo está hablando.