Dulce como la venganza

En su debut como director, James McTeigue supera los proyectos en los que había trabajado hasta el momento. Attack of the Clones: no me gusta nada que tenga que ver con Star Wars (perdón si con esto estoy hiriendo suceptibilidades, simplemente no puedo con ese tipo de clavadeces). Matrix se tenía que haber quedado en The Matrix, sin recargarse ni revolucionarse. Street Fighter: toda una decepción para cualquier fan un poco geek del videojuego como lo soy yo. Y a pesar de todo esto, ayer me dieron ganas de aplaudir cuando terminó V for Vendetta, la adaptación al celuloide de la novela gráfica de Alan Moore y David Lloyd. Y es que al haber acudido al cine sin tener mayor referencia de la temática, me di cuenta de que esta cinta es un buen ejemplo de cómo el cine puede dar una difusión masiva y más que digna a una historia interesante pero desconocida... El retrato de un Londres del futuro que se parece tanto al presente que pone la carne de gallina. La interpretación de un par de personajes románticos como ya pocas tramas los presentan, reaccionarios e incondicionalmente fieles a sus ideales. Una construcción visual que resulta todo un banquete de imágenes para el ojo. Una pila de símbolos y de referentes culturales (de los cuales la máscara sólo es una probadita). Una inteligente y aguda crítica de la enajenación en la que nos encontramos hoy por hoy como habitantes del mundo... y como si esto fuera poco, un soundtrack tan original y actual que incluye el clásico "Cry me a river" de Julie London, "Bird Gherl" de los aclamados por la crítica Anthony and the Johnsons y un cover de "I found a reason" de Lou Reed interpretado Cat Power. En resumen, toda una joyita que nadie que se precie de cinéfilo se debería perder.