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Sunday, March 12, 2006

puros cuentos chinos



La primera vez que tuve contacto con los blogs fue hace unos tres años. Fue a través de una "amiga" que me enseñó el suyo. Y ahí estaba yo, checándolo constatemente, porque ante todo soy una chismosa y metiche, y me pareció bastante aburrido. No le encontré el chiste y es que hasta me daba un poquito de "pena ajena" pensar que todo su fluir psíquico, como lo llaman en crítica literaria, estaba ahí al alcance de cualquiera. Pero la verdad es que el problema era su tema, o sea, hablaba nada más de todos sus conflictos quasi adolescentes a los 24 años, entonces resultaba bastante soso y aburrido. Por su culpa no volví a mostrar interés en el blog de nadie.
Y ahora heme aquí haciendo mi propio blog. ¿Para qué me va a servir? Pues para quejarme a gusto y de manera extensa y pública de todo lo que me gusta despotricar de viva voz con todos los que me rodean y que aguantan estoicamente mis repetidas críticas de todo lo que hay que criticar en este mundo. Y vaya que son muchas cosas. Así que esto podría dar para mucho...
Mi primera queja tendría que ver con que la gente todo el tiempo me dice que parezco oriental. La de la foto soy yo. Y sí, tengo los ojos rasgados. Pero eso no quiere decir que tengo antepasados chinos, japoneses ni coreanos. Y vaya, yo no ando por la vida preguntándole a la gente: "¿Tienes ancestros yucatecos? Porque la verdad es que estás bien cabezón".
Que tenga los ojos rasgados no quiere decir que mi abuela era china, si acaso china poblana, porque mi papá es de Puebla (aunque me dé un poco de vergüenza admitirlo).
Romina, mi "alma gemela" puede estar muy de acuerdo conmigo, porque como ella también tiene los ojos rasgados, todo el tiempo sufre del mismo tipo de comentarios que yo.

Aquí Romina y yo en un despliegue de belleza no oriental, sino nada más original.

1 comment:

Anonymous said...

No te hagas! A lo mejor no ancestros, pero yo sé que por ahí tienes unos primos japo-mexicanos! Siempre mostraste el trauma por el ojo rasgado. Incluso en una ocasión píntaste unas caras de chinos en la parte trasera del asiento del coche de tu padre